Tiramisú

Preparación

1. Calienta agua, pero sin que llegue a hervir.
2. Separa las yemas de las claras. Reserva las claras en una taza.
3. Mezcla el azúcar, con todas las yemas en un recipiente metálico.
4. Comienza a batir la mezcla de azucar y yemas. Y cuando comience a espumar introduce el cuenco en la cazuela con el agua caliente.
5. Continua atiendo hasta que las yemas doblen de tamaño.
6. Ve añadiendo poco a poco las cuatro cucharadas de Amaretto y mezclando de manera envolvente hasta que estén incorporadas a la crema.
7. Después de mezclar todo sácalo del baño maría y sigue batiendo en frío hasta que quede una crema esponjosa y compacta.
8. Reservamos para el montaje del tiramisú.
9. Monta las claras a punto de nieve: introduce las claras, en un bol en el que no haya ningún resto de grasa o no subirán. Añade un pellizco de sal y comienza a batir.
10. Bate hasta que las claras suban y queden firmes.
11. Añade la crema sabayón que tienes reservada a las claras montadas.
12. Mezcla de manera envolvente y con cuidado hasta que quede todo integrado e intentando que bajen lo mínimo posible.
13. Bate el queso hasta que quede cremoso.
14. Mezcla con la crema anterior suavemente, intentando que no se baje la crema para mantenerla esponjosa.
15. Reservamos.
16. Pon una cafetera con un buen café, el que más te guste.
17. Una vez preparado déjalo enfriar.
18. En el molde elegido, pon una base de bizcochos de soletilla.
19. Empapa los bizcochos con café. No los mojes demasiado, no deben romperse.
20. Cubre con una capa de crema de queso y huevo.
21. Repite la operación hasta tener una o dos capas más de bizcochos mojados y capa de crema.
22. Espolvorea el cacao sobre el postre con un colador para que no queden grumillos.
23. Metedlo a la nevera para que enfríe.

Consejos

1. Los huevos deben estar a temperatura ambiente.
2. Las claras debes reservarlas a temperatura ambiente.
3. El queso debe estar a temperatura ambiente.
4. Es imprescindible que sea cacao de calidad y amargo.
5. Puedes espolvorear el cacao justo antes de servirlo, porque se puede estropear su presentación al enfriarse.
6. Quedará más sabroso si lo dejas reposar en la nevera de un día para el otro.