Espinacas a la crema o gratinadas al horno
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·Cómo preparar espinacas a la crema. Una receta con un montón de verdura, disfrazada con una capa rica de bechamel clarita y gratinanada después con vuestro queso preferido. Preparación paso a paso y fotos
Ingredientes
4 raciones
- 400 g. de espinacas frescas
- 50 g. de harina de trigo
- 50 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 400 ml. de leche
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
- 1/2 cucharadita de nuez moscada (opcional)
- Opción si las queremos hacer gratinadas al horno: 50 g. de queso Parmigiano Reggiano (Italia) o queso similar del país.
Preparación
- Las espinacas frescas no debes cocinarlas demasiado, para aprovechar mejor todas sus cualidades.
- Una de las opciones sería el cocerlas 7-8 minutos, pero yo prefiero rehogarlas en la sartén.
- Con la cocción quedan menos tiernas y más acuosas, por mucho que las escurramos.
- En una sartén grande, vierte el aceite y lo calienta a fuego medio.
- Echa las espinacas frescas y rehoga, mezclando bien las verduras con el aceite.
- En un primer momento solo veréis un gran montón de espinacas en la sartén, pero no te preocupéis, poco a poco irán disminuyendo su volumen.
- Es importante ir removiendo uniformemente, para que todas queden cocinadas por igual. Su tamaño disminuirá mucho pero mantienen su color verde oscuro intenso.
- Una vez en este punto, vas a preparar una salsa bechamel sobre ellas, con una textura “crema” más suelta que espesa.
- Tamiza la harina y la espolvorea sobre la verdura, al mismo tiempo que vas mezclando con una cuchara de madera.
- Quieres que se forme el conocido “roux”, como cuando prepara la típica bechamel. En tan solo 2 minutos tendrá un tono dorado y estará listo.
- Vierte ahora la leche poco a poco, removiendo sin parar, para que se vaya creando la “crema” deseada.
- Echa sal, pimienta negra y nuez moscada (opcional), todo al gusto de cada uno.
- Sigue cocinando hasta que consigue una bechamel homogénea, sin grumos y un poco espesa, con aspecto de crema.
- Aparta del fuego y vacía la crema con espinacas sobre unos platos o cuencos individuales. Deja reposar un par de minutos y sirve caliente en la mesa.
- Hasta aquí sería el proceso para la receta tradicional. Si quieres darle un toque más sabroso, la otra opción sería con queso y gratinadas al horno.
- Para esta opción es mejor echar toda la crema con espinacas en una sola fuente. Ralla queso Parmesano (u otro similar que te guste) directamente sobre la crema.
- Precalienta el horno a 180º C durante 5 minutos. Introduce la bandeja con nuestras espinacas en la parte de arriba con la función grill o gratinadora durante otros 5 minutos.
- Son suficientes para que el queso se funda y adquiera un tono dorado y crujiente.
- Tienes que controlar que no se te queme, quieres que te quede una capa con tono dorado y al mismo tiempo, crujiente.
- Retira del horno y sirve tal cual, muy calentita en la mesa.
- La espinaca es una verdura con unas cualidades nutricionales impresionantes. Rica en vitaminas, fibras y minerales, también te aporta proteínas, su cantidad de grasa es mínima y es un excelente antioxidante.
- Las variedades que más se producen son las de “hoja rizada” y las de “hoja lisa”. Éstas últimas son las que se emplean para congelar y enlatar.
- Su mejor época para el consumo es en temporada de invierno y primavera.
- También encontraréis la “espinaca baby” de hoja lisa y pequeña, ideal para ensaladas dado su sabor más dulce.
- Cuando vayáis a comprarlas escoged las que presenten un color verde vivo, fresco y con tallos firmes. Desechad las que tengas tonos amarillos o se vean deterioradas.
- Una vez en casa, te aguantarán unos 6-7 días en el frigorífico guardadas dentro de una bolsa de plástico. Para congelarlas podéis optar por hacerlo en crudo o tras un ligero y breve escaldado.