Cómo hacer naranjas confitadas caseras

Cómo hacer naranjas confitadas casera. Receta fácil y deliciosa para decorar tu roscón de Reyes u otros postres. Perfecta para emplear en repostería.

• 3 naranjas medianas
• 1 cucharadita de sal (7 gramos)
• 400 g de azúcar
• 200 g de agua

1. Lo primero que hay que hacer es lavar bien las naranjas, pues te vas a comer las cáscaras y hay que asegurarse de retirar los posibles restos de suciedad que traigan consigo.
2. Lava las naranjas bajo un grifo de agua fría, frotando con un cepillo, esponja o estropajo. Puedes usar un poco de jabón neutro, pero no es necesario.
3. Seca las naranjas antes de cortar con ayuda de un cuchillo bien afilado. Procurando que todas las rodajas queden del mismo grosor y que éstas sean uniformes. Hay quien las corta en gajos, a tú te gustan las rodajas.
4. Introduce las rodajas de naranja en una cacerola y las cubres con agua. Introduce una cucharadita de sal y calienta hasta llevar a ebullición. Hervimos un par de minutos.
5. Retira el agua de este primer hervor, colocas la cacerola bajo el grifo y refrescamos la naranjas bajo un chorrito de agua fría. Procuramos que el agua no caiga directamente sobre las naranjas para no estropearlas. Cuando las naranjas estén frías las retira de la cacerola.
6. Llena la cacerola con los 200 gramos de agua indicados en los ingredientes y añades el azúcar. Introduce las rodajas de naranja y hervimos a fuego suave durante, aproximadamente, una hora.
7. Durante este tiempo moves la cacerola por las asas, sin tocar las naranjas para que no se estropee la forma. Transcurrida la hora de cocción apagas el fuego y deja reposar las rodajas de naranja en el almíbar hasta el día siguiente.
8. Ahora solo queda sacar las rodajas de naranja del almíbar y colocar sobre una rejilla para que escurran y se sequen. Son muy delicadas, así que hay que tener mucho cuidado. Después de 8 horas puedes retirar las naranjas confitadas y usar o guardar en la nevera hasta el momento de consumir.
9. Para que aguanten en buen estado y sea más fácil separarlas colocas un cuadradito de papel vegetal entre rodaja y rodaja y las guardes en un recipiente hermético.
10. Las naranjas confitadas se pueden guardar en su propio almíbar, en tarros de cristal, y dentro de la nevera. En este caso no hace falta escurrirlas y secarlas. Una vez frías se embotan directamente y listos. Yo he tenido 2 botes de naranjas en la nevera cubiertos de almíbar durante 5 meses y perfectas, cuando necesitaba sacaba y listo. De hecho con el reposo, te aseguro que están mejor de sabor y textura.
11. También congelan de maravilla. Así que si debes hacer mucha cantidad y no la vas a usar toda, puedes envolverlas en papel film y al congelador. Mejor hacerlo en paquetes de pequeñas cantidades para descongelar sólo lo que necesitemos.