Cantucci o galletas italianas de almendra
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·Cómo preparar estas galletas italianas, los cantucci, cantuccini o biscotti di Prato. Serán una de vuestras recetas favoritas de galletas, fáciles y sencillas
Ingredientes
10 raciones
- 150 grs. de almendra cruda con piel
- 50 gr de mantequilla
- 300 gr de harina de trigo
- 300 gr de azúcar
- 2 huevos + 1 para pincelar
- 1 cucharada de postre de levadura en polvo
- 1 cucharada de postre de sal
Preparación
- Pon las almendras crudas y sin pelar sobre la bandeja de horno y sobre papel vegetal y las tuesta durante 5-10 minutos en el horno a 180° C. Cuidado no se quemen, porque deben quedar blancas por dentro.
- Derrite la mantequilla en el microondas y la mezcla con el azúcar. A continuación vierte los huevos, previamente batidos. Mezcla bien todos los ingredientes hasta conseguir una crema.
- Tamiza la harina y la añades a la mezcla anterior. Mezcla todo con un cucharón de madera y terminarás trabajando la masa con las manos. Cortas las almendras tostadas al medio y las incorpora a la masa. Amasa hasta conseguir que las almendras estén totalmente integradas.
- Divide la masa en dos trozos y la pasa a la mesa. Espolvorea un poco de harina sobre la superficie donde vas a trabajar y debes hacer dos cilindros con cada pedazo de masa.
- Precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Pon papel vegetal sobre la fuente de horno y colocas encima los cilindros.
- Bate un huevo y pincelamos la parte superior de los cilindros. Lo metes al horno durante 20 – 25 minutos o hasta que la parte superior vaya cogiendo color y algo de consistencia. Lo saca y, con la masa aún caliente, lo cortarás en tiras diagonales de 2 cm aproximadamente.
- Colocas, de nuevo, las galletas ya cortada, en la bandeja de horno y las vuelve a hornear unos 5 minutos por cada lado, hasta que adquieran un tono tostado. Este segundo paso en el horno hacen que se sequen bastante por lo que se conservan estupendamente durante un par de semanas en una lata con cierre hermético.
- Saca del horno y deja enfriar. Aunque recién salidos del horno los cantucci puedan parecen bastante blanditos, veréis que enfriándose se ponen mucho más duros. Son perfectos para comer así sin más o mojados en leche.