Buñuelos dulces fritos

Cómo preparar buñuelos dulces fritos y caseros. Receta de buñuelos súper fácil, perfecta para que te salgan a la primera. Paso a paso con fotos y consejos.

• 150 g de harina de pastelería
• 150 ml. de agua tibia
• 100 ml. de leche entera
• 4 huevos
• La ralladura de un limón (opcional)
• 50 g. de mantequilla
• 5 g. de sal fina (una cucharadita tipo postre)
• 1 sobre de levadura química (10 g.)
• Aceite de oliva virgen extra suave (para freír, 1 litro aproximadamente)
• 50 g. de azúcar glass o en polvo (para decorar los buñuelos)

1. En un bol mezcla la harina con la levadura. Lava bien el limón y lo ralla. Vas a emplearlo de aromatizante. Reserva.
2. Pon en una cazuela con el agua, la leche, la ralladura del limón y sal.
3. Calienta y cuando rompa a hervir añades la harina mezclada con la levadura.
4. Mezcla bien con una cuchara y remueve hasta que quede una masa espesa. Retira del fuego y deja reposar la masa 10 minutos.
5. Introduce los huevos, uno cada vez. Es decir primero un huevo, remueve, incorpora bien a la masa y cuando veamos que ya no se ve el huevo, sigue con el siguiente. Así hasta incorporar los 4 huevos.
6. Introduce la mantequilla para acabar de mantecar, hace más crema y le da brillo. Deja enfriar totalmente para empezar con la masa de los buñuelos.
7. Le des forma a los buñuelos. Yo los he preparado redondos con una cuchara, pero también se suelen hacer cuadrados con un molde.
8. Pon a calentar a fuego medio una sartén con abundante aceite neutro (de girasol o de oliva suave) para que no le aporte más sabor a la masa.
9. La dificultad de este postre está en la temperatura del aceite. Ya que si está poco caliente la masa cae al fondo y debe procurarse que se mantenga a flote.
10. Pero si está demasiado caliente se forma una envoltura seca alrededor del buñuelo que impide que éste crezca.
11. Además si el aceite está muy caliente, se te dorarán muy rápidamente y quedarán crudos por dentro. La primera tanda te servirá para probar las siguientes y que te salgan de rechupete.
12. Echa a la sartén de pocos en pocos ya que van a doblar su tamaño. Cuando estén dorados saca los buñuelos a un papel absorbente.
13. Cuando estén templados espolvorea con azúcar glass. Así ya estarían perfectos. Los sirve recién hechos y a disfrutar.