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Receta de Buñuelos de viento. Receta tradicional fácil y deliciosa

Buñuelos de viento. Receta tradicional fácil y deliciosa

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Cómo hacer buñuelos de viento. Postre tradicional de Todos los Santos,, Carnaval y Semana Santa. Paso a paso con fotos y vídeo para que te queden perfectos.

Ingredientes

8 raciones

  • Para la crema de vainilla: 4 yemas
  • 100 g. azúcar blanquilla
  • 50 g. de maicena (harina de maíz fina)
  • 1/2 litro de leche entera
  • 50 g. de mantequilla
  • 1 vaina de vainilla o una cucharadita de esencia de vainilla
  • La piel de un limón
  • 1 ramita de canela
  • Para los buñuelos de viento: 50 g de mantequilla
  • 3 huevos
  • 1 vaso de unos 300 ml de agua
  • 150 ml de leche entera
  • 3 cucharadas de azúcar (15 g x 3= 45 g)
  • 1/2 cucharilla tipo postre de sal (5 g)
  • 300 g de harina de trigo
  • 10 g de levadura química en polvo tipo Royal
  • La ralladura de media naranja
  • 1/2 l de aceite de suave (aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol) para freir
  • Para decorar los buñuelos: Azúcar y canela en polvo (al gusto)

Preparación

70 minutos
  1. Lo primero es preparar los ingredientes con los que vas a aromatizar la leche. Lava muy bien el limón y pela su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego te amargue el postre.
  2. Abres la vaina de vainilla  y saca las semillas que reservaremos para añadir más tarde a la leche. Separa un vasito de leche del total que vas a emplear y lo reserva.
  3. Calienta el resto de la leche en un cazo a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Baja la temperatura y retira del fuego, añades las semillas de vainilla, la piel del limón y por último la canela en rama partida por la mitad. Deja todo en reposo infusionando durante 10 minutos.
  4. Mezcla la maicena en el vaso de leche tibia y junta hasta que no tenga nada de grumos, si es necesario le pasa la batidora o usas unas varillas. Separa las yemas de las claras.
  5. Pon las yemas en un bol y bate con el azúcar hasta que espumee. Añades el vaso de leche con la fécula de maíz disuelta. Vuelve a batir hasta que no queden grumos, tiene que quedar una masa homogénea. Reserva.
  6. Cuela la leche infusionada y la vuelve a añadir al cazo, calienta a media ebullición y añades la crema del paso anterior. Lo vas añadiendo poco a poco y mezclando con unas varillas o una cuchara de madera sin parar hasta que espese, no debe hervir en ningún momento.
  7. La textura de la crema debe estar un poco espesa y sin grumitos. Es muy importante no dejar de remover pues puede llegar a quemarse o pegarse a la cazuela. El secreto como en casi todas las recetas es tener paciencia y no dejar de remover siempre para el mismo lado hasta que quede una crema homogénea.
  8. Añades la mantequilla para acabar de mantecar, hace más crema y le da brillo. Deja enfriar totalmente para empezar con la masa de los buñuelos.
  9. Comienza preparando los ingredientes, lava bien la naranja y ralla la mitad de la misma. A mí me gusta el toque a cítrico de la naranja, pero podéis cambiarlo por el del limón, es sólo para aromatizar la masa. Reserva en un cuenco pequeño.
  10. En un bol pequeño tamiza la harina con un colador. Añades una cucharilla tipo postre de levadura en polvo, mezcla bien y reserva.
  11. Pon a fuego medio una cazuela con el vaso de agua, el medio de leche entera, la mantequilla en dados, la ralladura de naranja, el azúcar y la sal. En cuanto empiece a hervir retira. Mezcla bien con unas varillas.
  12. Echa la harina tamizada con el toque de la levadura de una sola vez y llevas de nuevo al fuego. Remueve con una cuchara de madera hasta conseguir una masa homogénea, una crema lisa y sin grumos. Si ves que queda algún grumo de harina, no te preocupéis, poco a poco irá desapareciendo. El calor acabará haciendo que se integre en la masa.
  13. Al final te quedará como una bola compacta, se tiene que despegar de las paredes de la cazuela hasta que parezca que está completamente seca. Apagas el fuego y retira la cazuela con la masa que acabarás de hacer fuera del fuego. Deja templar unos minutos antes de añadir los huevos.
  14. Añades los huevos de uno en uno. Remueve de tal manera que, hasta que no esté integrado el primero, no se añade el segundo. Nos quedará una masa de buñuelos de viento espesa, brillante y mucho más cremosa.
  15. Pon a calentar a fuego medio una sartén con abundante aceite neutro (de girasol o de oliva suave) para que no le aporte más sabor a la masa. Con la ayuda de dos cucharillas, vas formando los buñuelos de viento que iremos friendo.
  16. La dificultad de este postre está en la temperatura del aceite. Ya que si está poco caliente la masa cae al fondo y debe procurarse que se mantenga a flote. Pero si está demasiado caliente se forma una envoltura seca alrededor del buñuelo que impide que éste crezca.
  17. Además si el aceite está muy caliente, se te dorarán muy rápidamente y quedarán crudos por dentro. La primera tanda te servirá para probar las siguientes y que te salgan de rechupete.
  18. Echa a la sartén de pocos en pocos ya que van a doblar su tamaño. Cuando estén dorados saca los buñuelos a un papel absorbente. Cuando estén templados reboza con azúcar y la canela. Así ya estarían perfectos, pero para finalizar los rellena con la crema pastelera o tu relleno preferido.
  19. Aunque has elegido crema pastelera para el relleno de los buñuelos podéis optar por lo que más te guste. Así están muy buenos pero en casa también triunfan los de nata montada. o los de crema de chocolate. Harás primero siempre el relleno, la crema en cuestión que vas a elegir. Mientras se templa prepararemos los buñuelos y así los puedes rellenar recién hechos con tu relleno preferido.
  20. Esta receta es para hacer unos 35 buñuelos aproximadamente, así te darán para que todos prueben en una comida familiar. Pequeñas bolas de masa de unos 5 cm de diámetro aproximadamente, los que encontraréis en las pastelerías suelen ser una esfera casi perfecta, pues se preparan con manga pastelera.
  21. Como estos se han hecho a mano empleando dos cucharas el resultado es más irregular pero igual de bueno. Al freír la masa llega a doblar su volumen, hinchando su tamaño, y por eso llevan el sobrenombre de “buñuelos de viento”. Aunque por si solos están buenísimos suelen acompañarse con azúcar y canela molida.
  22. Buñuelos doble chocolate rellenos de crema de chocolate
  23. Buñuelos de calabaza rellenos de crema de calabaza o nata montada
  24. Beignets
  25. Buñuelos de manzana
  26. Crespillos de carnaval
  27. Fritole o buñuelos italianos
  28. Versión salada como en los clásicos buñuelos de bacalao