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Receta de Buñuelos de viento con diferentes rellenos: nata, crema pastelera y chocolate

Buñuelos de viento con diferentes rellenos: nata, crema pastelera y chocolate

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Cómo hacer buñuelos de viento tradicionales. Receta muy fácil para que salgan bien a la primera. Y con tus rellenos preferidos, nata montada, crema pastelera y chocolate.

Ingredientes

10 raciones

  • Ingredientes para crema pastelera y chocolate: 4 yemas de huevo
  • 50 g. de harina o almidón de maíz, tipo maicena
  • 500 ml. de leche entera
  • 125 g. de azúcar
  • 1 rama de canela
  • 1 rama de vainilla (o 15ml. De aroma de vainilla)
  • 45 g. de cacao puro en polvo
  • Ingredientes para la nata montada: 200 ml. de nata fría para montar (muy fría)
  • 125 g. de azúcar (o azúcar glas)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
  • Ingredientes para los buñuelos: 300 g. de harina de trigo especial repostería
  • 300 ml. de agua
  • 45 g. de azúcar (+ azúcar para rebozar)
  • 3 huevos M
  • 150 ml. de leche entera
  • 50 g. de mantequilla
  • 10 g. de levadura química en polvo tipo Royal
  • 300 ml. de aceite para freír
  • Ralladura de piel de una naranja
  • 1/2 cucharadita de sal

Preparación

60 minutos
  1. Empieza preparando la crema pastelera, que también será la base de la crema de chocolate.
  2. Calienta la mitad de la leche en un cazo. Cuando rompa a hervir la retira del fuego. Añades la vainilla, la canela partida en trozos y la piel de limón y tapa con un plato y deja reposar 15 minutos.
  3. Con una varilla manual bate las yemas con el azúcar. Pasa la leche aromatizada que ya estará templada con un colador al bol con las yemas azucaradas. Mezcla con la varilla manual para integrar los ingredientes. Calienta la leche reservada en el microondas y disolves la maicena en ella.
  4. Pasa la mezcla de yemas a un cazo a fuego bajo. Añades la mitad de leche con maicena y no deja de remover. Sigue removiendo hasta que la mezcla empiece a espesar. Retira del fuego y sigue removiendo hasta que espese del todo. Si queda demasiado espesa añades algo más de leche con maicena.
  5. Pasa la mitad de la crema pastelera a un bol y deja el resto en el cazo para transformarla en crema de chocolate. Añades el cacao al cazo y remueve con energía hasta integrar. Ya tienes lista la crema de chocolate. Cubre las dos cremas con film, tocando la crema para que no forme costra y las guardes en el frigorífico.
  6. Pasa a montar la nata. Bate la nata con unas varillas eléctricas y vas añadiendo poco a poco en forma de lluvia el azúcar. Cuando esté montada la guardes en el frigorífico.
  7. Empieza con los buñuelos. Pon el agua, la leche, el azúcar la sal, la mantequilla y la ralladura de naranja en un cazo.
  8. Calienta hasta que rompa a hervir y apagas el fuego. Añades la harina y la levadura tamizada. Mezcla con una cuchara para integrar lo que podes los ingredientes. Encenda el fuego de nuevo y remueve hasta que la masa se despegue de las paredes del cazo.
  9. Pasa la masa a un bol y vas integrando los huevos de uno en uno. Mezcla la masa con un huevo, remueve y no añades el siguiente hasta que esté bien integrado en la masa. Mezcla con un tenedor hasta conseguir una masa brillante y cremosa.
  10. Echa abundante aceite de girasol en un cazo. Cuando este caliente vas añadiendo porciones de masa con ayuda de dos cucharas. Fríe unos minutos y cuando floten vas dando algunas vueltas para conseguir un dorado uniforme. Cuando estén bien dorados los retira del fuego y los deja sobre papel absorbente.
  11. Deja templar y reboza con el azúcar o una mezcla de azúcar y canela en polvo. Debes hacer un orificio con el palo de la cuchara en cada buñuelo.
  12. Pasa las cremas y la nata montada a una manga pastelera por separado y rellena cada buñuelo con cuidado, sin pasarse para que no derrame la crema.
  13. La nata tiene que estar muy fría para que monte bien, si usas un recipiente metálico también frío mejor que mejor y si usas azúcar glas quedará más. Integrado.
  14. Si la masa queda muy espesa puedes añadir algo más de leche.
  15. El aceite tiene que estar caliente pero no demasiado o quedarán quemados por fuera y crudos por dentro.