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Receta de Albóndigas con salsa al curry

Albóndigas con salsa al curry

Cómo hacer albóndigas al curry. Receta fácil y casera de unas deliciosas pelotas de carne. Variante de las albóndigas clásicas con una salsa de curry exótica. Paso a paso con vídeo, fotos y consejos.

Ingredientes

6 raciones

  • Para las albóndigas: 500 g de carne picada (mezcla de ternera y cerdo)
  • 3 rebanadas de pan de molde sin corteza (unos 80 g aproximadamente). Si sois celiacos, pan sin gluten.
  • Un plato con leche entera para remojar la miga del pan
  • 2 huevos M
  • 1 diente de ajo (si os gusta con más sabor 2)
  • 1 plato de harina de trigo para pasar las albóndigas. Si sois celiacos, harina sin gluten, podéis emplear almidón de maíz
  • Sal, nuez moscada y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Para la salsa de curry: 1 cebolla grande
  • 150 ml de leche de coco o nata líquida (crema de leche para cocinar)
  • 1 cucharada de harina de trigo o harina sin gluten
  • 1 cucharadita de curry en polvo
  • 250 ml de caldo de pollo o carne
  • 20 g de uvas pasas sin semillas
  • Para acompañar las albóndigas: 4 patatas grandes que luego freíremos en aceite de oliva virgen extra suave

Preparación

45 minutos
  1. Lo primero de todo es hacer las pelotas de carne. Añade la sal y la pimienta la carne picada, tanto la de cerdo como la ternera en un cuenco grande.
  2. Rompe los 2 huevos y los añades junto con la nuez moscada, las rebanadas de pan sin la corteza previamente remojadas en leche durante unos minutos y el ajo machacado o muy picadito (sin el brote interior o tronco para que no repita).
  3. Remueve todo bien con las manos hasta que se mezclen los ingredientes. Esta será la base de nuestras futuras albóndigas.
  4. Sin miedo empieza a trabajar la masa haciendo pequeñas (o grandes, eso al gusto) pelotas que luego pasarás por harina. Las deja en un plato a la espera de la sartén.
  5. Las sacudes un poco para retirar el exceso de harina y fríe en aceite de oliva bien caliente en una cazuela que luego aprovecharás para hacer la salsa de curry, unos tres minutos son suficientes. Pasa las albóndigas de la cazuela a un plato o fuente y reserva.
  6. Remoja las uvas pasas sin pepitas en una taza con un poco de agua, en unos minutos veréis como se hinchan un poco, reserva hasta el último paso.
  7. Pica la cebolla muy fina y la pocha en la misma cazuela, con el mismo aceite de oliva virgen que has empleado para freír las albóndigas (es importante, pues aporta sabor y hará que la salsa se oscurezca conforme se tueste la harina), debe de quedar transparente y tierna.
  8. Introduce la cucharada de harina de trigo y remueve unos segundos con una cuchara de madera o una espátula de silicona, vierte el caldo previamente calentado en el micro o en un cazo, poco a poco, ligando la salsa como si fuese una bechamel.
  9. Introduce a la salsa el curry en polvo, las uvas pasas sin pepitas y la leche de coco, sino encontráis esta última con nata líquida ligera para cocinar. Deja cocer a fuego lento 15 minutos, ajustando de sal al final.
  10. Introduce las albóndigas a la cazuela con la salsa y deja cocer otros 10 minutos. El reposo es fundamental para que se asienten los sabores, 15 minutos y la mesa a comer.
  11. Si te gusta mucho el sabor a las especias (a mí me encanta el sabor del curry con más cúrcuma, un poco de cayena o guindilla picada y mucho comino molido) podéis añadir una cucharadita de postre con estas especias a la carne. Así potenciaréis mucho más el sabor de las albóndigas. Este es un consejo para los más atrevidos.
  12. Para el acompañamiento recomiendo preparar algo sencillo. Mientras deja que reposen unos minutos las albóndigas puedes preparar unas patatas fritas con el tipo de corte que más te guste. Si no queréis acompañarlas con patatas el arroz blanco también le va de vicio.
  13. Estas albóndigas al curry ya cocinadas se pueden congelar perfectamente acompañadas con su salsa siempre que no vayan con las patatas fritas, sólo las albóndigas.
  14. Lo mejor es congelar en recipientes de plástico herméticos tipo tuppers, cuadrados o rectangulares porque se pueden apilar, ya que su contenido no va a sufrir deformaciones al manipular el congelador.
  15. Pero si no tenéis demasiados recipientes de este tipo, envasarlos en bolsas especiales de congelación tipo zip y guardarlas en una zona donde no vayáis a estar tocando todos los días. Y para descongelar, siempre en la nevera sacándolas el día anterior.

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